Eli
San Cristobal de las Casas, Chiapas, México

Navaja Editora

Un oso panda, no todo es negro, no todo es blanco como la ambivalencia que puede haber en la vida, estos colores para mí representan la fuerza,la vulnerabilidad, la parte clara y también nuestras sombras.

La fuerza y la vulnerabilidad, importante conjugarlas en todo movimiento, en toda persona. Un oso panda, pachoncito, mucha hermandad, empatía. No todo es negro, no todo es blanco, desde muy niña empiezo a darme cuenta: mi vida no era solo hospitales,también tuve alegría el oso panda… me recuerda a mi papá, una visita a la Ciudad de México, el zoológico de Chapultepec ¡Ay, los osos panda! en ese momento tenía un poco de visión. También recuerdo una crisis económica, mi cumpleaños y papá: ”no puedo comprarte los grandes regalo pero tengo esto para ti”, era un pequeño osito panda, lo conservo. Desde muy niña estuve en hospitales,tuve ganas de tirar la toalla; papá me decía: “todo va a estar bien” me quedo con eso la misma vida me ha llevado a comprender que todo va a estar bien, desde donde me posicione para vivirlo.

La fuerza, de ellos, de mis ancestros, de mis padres, a pesar de mi vivencia familiar, hoy agradezco que en su momento hayan sido así, me impulsó a mí. La fuerza, me enseñó también a defenderme, al ser la única mujer de cuatro hermanos, posteriormente, esta defensa me lleva a otros escenarios: los educativos, los laborales. Y es mi voz, la que sabe que es importante defenderse, pues nadie puede describir lo que he vivido. Nuestra voz, nadie mejor que nosotras mismas para poner sobre la mesa lo que hemos vivido.
Y es mi voz la que se hace presente, cuando enfrento situaciones de violencia, dentro de mí escucho: “Eli, tú puedes salir de esto tú puedes agarrar tu bastón y salir de esta situación”. Mi voz interna, “tú puedes” siempre está, siempre está también la duda, la incertidumbre, ese coraje, esta voz interna que me dice: “este momento también va a pasar”, esta voz me ayuda, me recuerda respirar respirar en el sentido de “estoy viva, esto va a pasar, y tendré que buscar las herramientas para superar esto que estoy viviendo”.

Creo también en las redes de apoyo, en esas otras voces, que me han acompañado a lo largo del camino. Sin esas otras voces, no podemos sabernos, no podemos vernos por nosotras mismas necesitamos de les otres; en el caso de nosotras quiénes tenemos una no es fácil salir ahí afuera, acompañarnos, echarnos porras entre nosotras, hace fuerte la empatía.De estas otras voces, me retroalimento, me hacen ser flexible, integrar otras ideas, otras opiniones.

Hoy por la mañana recordaba una canción “Romper, vencer el miedo”, de Paulina Goto, recordé la libertad, que eso buscamostodas las mujeres que vivimos algún tipo de discapacidad. La propia libertad interna que busco en el día a día,romper mis propios miedos,los miedos aprendidos, romper los tabúes que nos encapsulan. La libertad, siempre sin saberlo estuve buscándola; hace cinco años comencé la formación en sexualidad y caigo en cuenta:¿qué me ha pasado para no atreverme a vivir desde otros lados, desde otras experiencias?.

La estructura social, la familiar,de manera implícita me decían: “tú no puedes”, “no puedes vivirte desde tu cuerpo, tú no puedes vivir tu sexualidad, no puedes salir sola a la calle,tú no puedes”. Empiezo a cachar que tengo un cuerpo, mis propias sensaciones,¡me siento libre!
Escribo mi autobiografía ¿qué he hecho de mi vida? he hecho cosas que aportan a la sociedad pero… en la parte personal: me falta voltear y verme; esa libertad interna me hace desafiar mis miedos: “no te pongas eso” “no salgas con eso”.

La libertad de vivirme mi cuerpo, la aprendí en esta formación, también de los maestros, de las aliadas, de mis compañeras, y saber cómo ellas lo han superado, de saber que no soy la única saber que hay otras formas de vivirse las personas somos ensayo y error la vida, es un ensayo y error, saber que soy un costalito de piel y que esta piel es mía,que yo la habito y en este habitar mi propia piel también soy dueña de lo que haga con ella.

Y en este ser un costalito de piel tuve que aprender a usar un bastón blanco,me permitió salir de mí misma, salir de casa,caminar los obstáculos de las calles, la vida; y a falta de mis ojos, desarrollé la escucha, el tacto, escucharme de manera interna, y de cómo llegar y pedir ese apoyo que necesito mis pies aprendieron a sentir, lo que mis ojos ya no ven” sentir desde mi piel y desde mi activismo,»https://www.instagram.com/redfemidiscas/?hl=es-la Femidiscas a una red que surge por la pandemia, un grupo, diez mujeres de diferentes lados de la República Mexicana con la intención de cuestionar… las perspectivas de género, la inclusión,¿qué implica realmente ser incluyentes?

En nuestra primera reunión fue saber que no soy la única, una red de contención para nosotras sin la intención de juzgarnos,de respetar nuestra tiempos, nuestros sentires, sabernos que podemos hacer un activismo desde otra arista que sería el ciberactivismo. El abrir un zoom y decirnos:“hoy nos toca apapacharnos a través de la escucha, de reírnos, de llorar juntas.Somos una colectiva que cuestiona modelos patriarcales, capacitistas, y desde el ciberactivismo;porque nuestras propias condiciones nos llevan a no salir a las calles, a que nuestras voces no se escuchen por diferencias estructurales un ciberactivismo enfocado a la discapacidad cuestionar qué está pasando con esta cultura capacitista,que sobrevalora las capacidades anulando las discapacidades también a esta cultura cuerdista, que anula todas, las, los, les compañeres con algún tipo de discapacidad psicosocial.

Femidiscas, viviéndonos con una discapacidad y saber que hay una red donde escuchamos otras voces, donde se conversa, y se acciona desde el ciberactivismo para dialogar cómo nos estamos viviendo,y cómo nos ven les otres. ¿Qué implica realmente ser incluyentes el discurso de que somos todas no es cierto ¡ey, aquí estamos! desde nuestras camas a causa de una enfermedad, o a causa de una discapacidad, es saber que podemos aportar. Mi falta de visión fue al año y medio, hoy puedo autonombrarme como una chica ciega, en su momento mis padres me dijeron:“ya no vas a estudiar” pero al día siguiente:  “vas a tener una beca del cien por ciento para estudiar pedagogía o psicología; la única condición aprender braille Me dije: “¡chin! ¿en San Cristóbal , dónde voy a aprender braille.

Papá y yo fuimos a comprar una regleta, un punzón y con mi propio abecedario de manera autodidacta me encaminé al braille. Sabía que Chiapas debía tener un espacio, en San Cristóbal,un espacio que diera atención a personas con limitación visual.

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Amor sin fronteras ha ido caminando con el apoyo de voluntarios, servicio social, ¡vamos por seis años! en San Cris, somos la única asociación que enseña lectoescritura braille, el camino de la discapacidad me enseña, la resiliencia compartida, apoyar a otres niñes con la misma limitación que yo tuve. Resiliencia compartida, socializada, inyecta fuerza de voluntad,y sobre todo, inyecta que se alíen, porque eso es lo que necesitamos, aliados, aliades desde el corazón.

Amor sin fronteras, no contamos con recursos económicos o tecnológicos, buscamos incidir en mujeres con discapacidad de pueblos originarios; desde Femidiscas y Amor sin fronteras todo lo que hemos hecho es sin un peso. Necesitamos más flexibilidad en los fondos, en los recursos económicos,la voluntad, la creatividad. Necesitamos que nos vean, que nos escuchen, necesitamos expandir la mente y abrir el corazón.